lunes, 11 de agosto de 2008

Néstor Darío Ahuad criador de caballos de polo

El empresario Néstor Darío Ahuad debutó como criador expositor de la Raza Polo Argentina en el marco de la 122° Exposición Rural Internacional de Ganadería, Agricultura e Industria.

El polista Néstor Darío Ahuad presentó a Rolinga Sacerdote, un zaino que compitió en el campeonato de machos dos años y que obtuvo el segundo premio en su categoría y fue ganador de la Copa Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo al mejor macho tipo polo. "Para ser mi primera vez no estuvo mal, la competencia fue muy pareja y mi caballo salió segundo entre 17 ejemplares, en su categoría", sostuvo el señor Néstor Darío Ahuad una vez finalizada la competencia. Además agregó que: Fue un placer compartir estos días con grandes jugadores y criadores. Una de mis pasiones son los caballos y voy a seguir participando en éste tipo de exposiciones.

Rolinga Sacerdote es hijo del famoso padrillo de Adolfo Cambiaso, Aiken Cura. El Cura, como se lo conocía, tuvo un final desafortunado cuando se quebró jugando la final del 2006. Fue elegido mejor caballo del Abierto Argentino en 2005 y 2006 y del Abierto de Hurlingham en el 2006. La madre de Sacerdote es Dolly Cat la mejor yegua que jugó Néstor Dario Ahuad según nos menciono. Fue jugada por Facundo Castagnola en el Abierto del Jockey Club y en la Copa Cámara de Diputados, también participó en la final del US Open y es hermana de Falta Envido, una de las yeguas que Adolfo Cambiaso a jugado varias veces en el Abierto Argentino.

Publicado en: Polotucan y Ladolfina

jueves, 3 de julio de 2008

Entrevista a Néstor Darío Ahuad

Un empresario polero

Es empresario y suele jugar al polo en el club La Dolfina. Ganó la primera edición de la Copa de Diamante. El polo es su cable a tierra, lo toma como una diversión y una actividad para compartir con amigos.
Darío Ahuad disfruta del polo con amigos (archivo)

¿A qué edad y cómo fue que empezaste a jugar al polo?
Empecé a los 35 con un amigo que tiene un club en Cardales. Siempre me gustó, pero la verdad es que no tenía mucho tiempo para practicarlo.

¿Qué es lo que más te gusta de este deporte?
Como lo tengo concebido yo, está bueno. Muy completo; los amigos, los asados, la cuida, los petiseros, veterinario, todo el grupo de gente que te rodea. Si hay buena onda, es increíble.

¿En qué clubes solés jugar?
Sólo en La Dolfina y en Washington, Córdoba.

¿Cómo fue que llegaste a conocer a Cambiaso?
En realidad, de casualidad. Porque fui a Córdoba a ver caballos. Caí al campo, comimos unos asados, bajé de la camioneta unas cajas de vino y ahí empezó todo. Asados, polo y nos empezamos a divertir mucho.

En tu currículum polero, tenés en tu haber la Copa de Diamante. ¿Contanos qué te acordás de ese momento?
En realidad, fue de pura casualidad. El patrón de Adolfito no pudo jugar el torneo y me invito. No lo podía creer. Yo me acuerdo que me faltaba el aire de los nervios, pero en la primera jugada de la final salí del throw in cortado solo e hice un gol a los cinco segundos. Por dentro, me dije: “je, si sigo así, les meto 20”. Después, no la toque más en todo el partido. Fue pura suerte nomás.

¿Qué otros torneos ganaste?
¡Con ése basta! Debo ser medio pecho frío ya que fui finalista varias veces. La Zafiro, Washington.

¿Jugaste el Argentina Polo Tour? ¿Cómo te fue?
Sí, el año pasado con Horacito [Heguy] y “el “Tero Magrini. Bien, muy divertido. Jugué la etapa de La Dolfina donde las canchas son increíbles. Nunca vi mejores canchas. Llueven 60 [milímetros] y al otro día jugás a fondo.

¿Cómo combinás tu tiempo como empresario y el polo?
En realidad, se termina combinando solo. Primero me anoto la hora de la práctica y después muevo las reuniones… Se me complica en la semana, pero si te organizás, se puede.

“Tucán” Pereyra Iraola

Fuente: Planet Polo